En los últimos meses, México ha experimentado un giro extraordinario en su industria automotriz. La transición hacia la electromovilidad está transformando no solo los vehículos que se producen, sino toda la cadena de valor del sector.
México como nuevo hub de manufactura de vehículos eléctricos
Mientras el mundo lucha por asegurar cadenas de suministro resilientes, México ha emergido como la alternativa perfecta al “nearshoring” para el mercado norteamericano. Tesla, BMW, General Motors y Ford han anunciado inversiones multimillonarias para convertir o construir plantas dedicadas a la producción de vehículos eléctricos en territorio mexicano.
La reciente inauguración del Corredor Industrial de Electromovilidad que conecta Nuevo León con Coahuila y Tamaulipas ha captado la atención de inversionistas globales, posicionando a México como el cuarto exportador mundial de autopartes para vehículos eléctricos.
El fenómeno de las baterías mexicanas
Quizás el desarrollo más inesperado ha sido la rápida consolidación del “triángulo del litio mexicano” en Sonora, donde la extracción y procesamiento de este mineral crítico ha despegado bajo un nuevo modelo de colaboración público-privada. Las baterías “Hecho en México” ya son una realidad que está redefiniendo las expectativas del mercado.
Cambios en el consumidor mexicano
El paradigma del conductor mexicano está cambiando. Los incentivos fiscales implementados en 2024 han disparado la adopción de vehículos eléctricos, con un crecimiento del 180% en ventas durante el primer trimestre de 2025.
La expansión de la infraestructura de carga, con más de 5,000 nuevos puntos instalados en carreteras y zonas urbanas, ha disminuido significativamente la “ansiedad de autonomía” que frenaba a muchos compradores potenciales.
El futuro inmediato
Los analistas proyectan que para 2026, uno de cada cuatro vehículos producidos en México será eléctrico, generando más de 150,000 nuevos empleos especializados. La transformación del sector automotriz mexicano no solo está redefiniendo la economía nacional, sino que está consolidando al país como un jugador fundamental en la nueva era de la movilidad global.
La pregunta ya no es si México liderará la revolución de la electromovilidad en Latinoamérica, sino cuándo comenzará a exportar su modelo de éxito a otras regiones.
¿Estás listo para ser parte de la revolución de la electromovilidad en México? Comparte este post y cuéntanos tu experiencia con los vehículos eléctricos. ¡Juntos estamos construyendo el futuro del transporte!